RELATOS DE MEDIANOCHE
rumento filoso comienza a deshacer la larga y ordinaria saturación que le recorre desde la garganta hasta el bajo vientre. De pronto, una decena de enormes ratas moribundas o asfixia
una buena cantidad de polvo de la preciada infusión, y cientos de trozos de documentos, que uniéndolos meticulosamente tras horas de arduo trabajo, el coronel y sus ayudantes pudieron comprobar se relacionaban con títulos de p
sino está cobrando víctimas entre los más prestigio
to es el linaje, más profundo es
¿Acaso duda de la moralidad
jantes. Pero algo me dice que estos dos "ciudadanos honorables", ocultaban algo.
n exponer sus pensamiento
cuerpo del escribano contenía documentos y el de la tendera, ratas?-Pr
rran las calles de noche, y lo hagan armados hasta los dientes, pronto tendremos nuevas avalanchas
rzas bajo mi mando,
uno de sus hombres
shizo de las vísceras ocultándolas lejos de donde fueron hallados. Aseguro que esta, también murió por la herida en la nuca. Después Morgan me dirá si llevo o no razón. Dígale a los de allá afuera que pronto tendrán informac
ño y conocimientos co
, llévemelos al despacho. Y localice a Monsieur Lapier, decidle que lo espero a
sponga, m
s. Algo alejado del grupo y a las sombras de un pórtico divisa la empinada e inequívoca silueta de sir. Reginald Cowley. -ostentoso y
mos ante otro cr
tán tomando represa
ston, no tomará c
legado hasta nuestras tier
os reunidos. Se acomoda el tricornio y les dice mientras co
quedarán impunes, la ley se
rogar a quien haya podido ver algo sospechoso durante la noche anterior. Ya la noticia del hallazgo recorre los tugurios y establecimientos de la ciudad. Al ver la silueta del coronel desaparecer tras un recodo, comienza a seguirlo de cerca y apresura el paso con intenciones de abordarl
n restos de alimentos y vino. Ya cae la tarde cuando siente leves toques a la puerta. Segundos después el uniformado de turno pen
ardan, por ser recibidos, lo
iré con ellos y sírva
a. El oficial se lleva a los labios la pipa que solo acostumbra a usar dentro del
stigación. La policía portuaria británica, también quiere saber ¿si estos atro
montonada, aunque no le miento, el capital que pierden a diario, es cuantioso. Pero no, no creo que un patrón, o uno de sus empleados, estén tomando venganz
s de salvajes indígenas. Sus métodos eficaces le crearon el mote de "Coronel sagaz" los líderes tribales juraron vengarse. Los que le pusieron en el cargo, decidieron liberarlo
yente y adinerada. Los mismos que pagan vuestro salario. Y l
rmado anuncia la presencia del señor Lapier, a las puertas del edificio. Mcleod, l
coronel y sus guardias harán todo lo posible por desenm
ne con el nuevo visitante, se estrechan las manos y se encaminan al escritorio que ocupaba antes de ser interrumpi
su habitual bastón. Como solía hacer,
go. Pero esta vez, no
esos tiempos! Pero ahora solo
n que ver con alguna solitaria y desconsolada pudiente de la región.
e palmadas y frases consoladoras. Sin embargo, recuerde que soy un ciudadano francés y no apesto como los su
lado, ahora necesito de su
e vino que se añeja en el escaparate y suele descorchar en cont
rememorar tiempos pasados.
e esa sagacidad que tantas veces puso en práctica frente a las tribus iroquesas. Y que a mí me han
te y juntos saldremos de esta, como lo hacíamos frente a
n soldado que cumpliendo órdenes les trajo de comer y be
tando decir algo con el polvo de té introducido en sus víctimas. Pi
eso he enviado por usted. Clamo su ay
r este servidor p
en el tintero, escribe varios nombres
stos hacendados vendieron sus propiedades a una empresa
a mí, coronel. Regresaré cu
tarle mientras se alejaba. -Bo