Donde duermen las mariposas
an. Adele se acercó a saludar a Norma y entonces lo vio, sentado con Sara de la mano, y los nervios se disiparon un poco
ol
e preguntó él, y su voz sonab
.. Hol
aproximó y le dio u
zó a contarle cosas de su inminente boda y, poco a poco, la fue alejando de su novio. Se sentaron del otro lado del salón a
hacía por dos motivos: le contaba sobre su boda como si con eso le afirmara que Lucas era suyo y le preguntaba sobre la universidad pa
asa por ese fin de semana, él se encargaría de averiguar quién era ese imbécil que la tocaba, de amenazarlo y de alej
Lele, y algunos amigos insistieron
nir, Adele?
on tu hermana dándote vueltas? Ve con
dió; sabía que algunos de sus compinches veían a Adele con
iere... Bueno, ¿te queda
po para pasarlo jun
is, Norma, Lucas, Sara y Adele, quien se puso a
a mi oficina para que ch
untó ella cuando se
ienes que te dejó tu padre a tu disposición
da, padrino, no
osas y te corresponde tenerlas; puede
modelar luego del incendio que se había llevado a sus padres; un poco de dinero en el banco y un viejo auto guardad
le en su oficina, ¿por qué no tomamos caf
. Mañana tengo que levantarme temp
iste sobre
¿Qué hará
, de todas maneras
-y lo besó apenas en lo
o en Sara y en su boda; parecía que todos esos sentimientos intensos de su hijo se estaban diluyendo. Pero Lucas solo estaba planificando que a la mañana s
pendientes. De nuevo se sentía tranquilo con ella bajo su mirada. Pensó un momento en ese muchacho que había conocido más temprano; con
veía bien, la trataba bien y todos estaban menos inquietos. La t
muerto que de vivo. Se subió al coch
acer? ¿No te alcanzó c
N
sivo, Lucas. Nada cambiará
cambiará de ide
ás l
rl, y ese maldito no va
este era un rival de verdad. Estaba seguro de que, si con amedrentarlo no alcanzaba y con la violencia tampoco, el dinero lo convencería. Al fin y al cabo, eran
ana no había casi nadie en la universidad, ¿a quién iba a preguntarle? Karl se cansó de correr detrás de él sin sentido, se recos
ar cuál de todas serían las de primer año. Salió al parque y vio un grupo de jovencitas sentadas sobre
en, seño
espondió un
Adele, ¿de casua
ué año
, comenzó h
somos de
¡
e respondió otra con un
a... Tiene ca
a que sal
lamaba es
Ji
su hermano, cuídala mejor,
so! -la espe
Lucas, ante los calificativos
sa gigantesca y movió bruscam
contré! Esto va a s
conocer a Adele. No solo le había dado el nombre y el apellido, sino también el luga
directo a aparcar el coche en la puerta. Un
or -le dijo est
le res
o para investigarlo y c
escuché un ruido extraño en el motor
Deme unos
l coche y se pa
aces, "
l juego, esto v
el motor para revisarlo. Unos pocos minutos después, una jovencita de cabello negro se
-la salu
a ellos un poco tímida.
-le re
bonit
dijo ella con
razos en dirección a Jim. Y Lucas lo oyó cla
ijo a Jim, que se había incorporado
a es mi es
tisfecha; eso era lo que estaba esperando encontrar. No iba a necesitar demasiado para alejarlo de Adele. Jim no
hijo? ¡Increíble! -Karl
. La joven de la universidad me dijo que c
e Ade
ue es casado y tiene un niño. Al parecer, lo hace todo el
acer? No pued
puedo most
vamos,
a ir las ganas de andar
uchacha es
rdo la embarazó y no le
o sab
uando pregunté por Adele, una de e
o quiere
ños más o menos... Hay que ser
ado mirándola desde
iera la mayoría de edad antes de decir
llos. Solo saludó y se mantuvo en silencio, oyéndolos conversar. Era un poco como en los viejos tiempos en los que los tres com
estaba seguro. No podía decírselo sin develar sus propias acciones, pero podía mostrárselo a Adele y que ella sola fuese a llorar a los brazos de su padrino. Y entonces a su padre no le quedaría más remedi
ron a sentir el frío. Lucas no, él se quedó afuera, pensando en