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La guardaespaldas del Mafioso

La guardaespaldas del Mafioso

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Capítulo 1 Un hombre en mi camino

Palabras:2083    |    Actualizado en: 24/10/2024

casa por favor- protestó Mica

l pupitre, esperando a que su amiga se dignar

rizos pronunciados y mirada color miel que estaba fija en su trabajo

r con su teléfono, sabiendo que el "Ya casi term

que Clara era una traga libros, la má

y no faltaba a ninguna clase,

u amiga de reojo

mucho por tener la mejor calificación de la

ien se diera cuenta de que Clara Herrera

una vez había sido color negro. Ella misma se la había regala

cuerpo despampanante que Micaela sabía que escondía debajo de esa remera de tr

su mochila mil veces cocida ya que no podía darse el gusto de ad

aela, tirándose atrás

amiga y ambas salieron del saló

ntras ambas jóvenes caminaban por una calle

ron en una esq

pañe?- preguntó la amiga preocupada. A parti

apenas bajaba el sol y los comercios cerraban sus puertas, el lugar qu

lí, había insistido en que viviera con ella. Pe

ada vez que su amiga se sacrificaba por su bienestar.- Ya e

abrazó como

te? Y si el idiota de tu tío no e

niña- protestó la cas

ero y se volvió por

zo en alto hasta que su am

spiró pesadamente, dejando

soportar esto" Pensó c

mercio familiar y además pagar las cuentas y cuidar qu

n sus últimas fuerzas, sintiendo que sus delgadas

que había comido en todo el día y con tantas horas fuer

bajo que seguramente tendría que hacer hasta altas horas de la noche, que no s

onó en el silencio del local, un g

la oscuridad del mostrador del local

clamó a la penumbr

ue, un hombre corpulento y lleno de cicatr

ún más, chocándose

encontraron a su tío Ricardo en el suelo, amordazado, atado de pies y manos y con varios hematomas en su

a la perfección, eras los matones que el jefe de toda la ciudad manda

hicieron con mi tío!?- protestó llena de furia, sin tenerle

a característica de él, pero dejó hablar a

ó el matón, sacudiendo al hombre atado- Tú eres más que esto primor... sabes que la

ese hombre desagradable se a

su dinero. El fin de semana voy a terminar de juntarlo, sabe

in cuidado al tí

l lunes es el

¡Par de idiotas váyanse de aquí!- chilló la castaña. En ese momento el hombre más grand

a darte un aviso, para que no haya malentendidos el lunes- susurró muy cerca de Clara, hacie

a, sintiendo que ya no sopor

tan t

o darse una ducha. ¡Lo que sea, per

sí que tuvimos que aumentar el pago- exclamó tranquila

tiendo que la ira s

ocos! ¡Olvídalo! ¡Dile a

urlándose del escá

endo que lo hagas- el matón se giró hacia el hombre amordazado

n patán, un ludópata, una piedra en su zapato, pero era la ú

arita- sentenció el hombre, pasando por el

, haciendo que la joven trastabillar

atón saliendo por la puerta, no sin

a el suelo mirando sus propias manos

arrastró en silencio hasta él, desatándolo lentamente, lo úl

l dinero, este fin de semana vamos a conseguir el doble en ve

ventas para subsistir, con este aume

el comercio de sus padres, era

levantándose del sue

guir un trabajo de fin de semana, de todas maneras, no tengo f

abajar más de la cuenta, si Clara conseguía el dine

-

undió su rostro en la almohada pensando en que hacer para conseguir el bendito dinero, solo

di

ía ganado con s

go que odiaba en este mundo, eran los malvivientes,

esto a Micaela" P

ero muchas veces, no podía arrast

o por mi cuenta" Pensó sol

-

un trabajo de medio tiempo y además nocturno,

tipo de trabajo q

omo para pagar el aumento, pero tení

una tarima en un pequeño escenario de cortinas

alcohol, donde hombres poderosos venían a

y siendo sensual, pero también sabía que su c

ó a su jefe, un hombre depravado y bañado en oro

bailando en ese caño en media hora!- ex

la puerta trasera apoyándose en la fría y

a, sintiéndose llena de ansiedad por el trabajo denigrante que había conseg

aquí ma

y asustada, girándose hacia

a la chocó de lleno, haciéndola tropezar, especialmente porque los

ncima de ella, con cada brazo a los costados de su rostro, sosteniéndose para no aplast

r miel al ver que su nariz respingada y pequeña rozaba

había estado tan cerca de un hombre

el hombre fue más rá

con la voz más grave y atercio

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