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UN AMOR EN EL EDÉN

Capítulo 7 7

Palabras:6095    |    Actualizado en: 30/10/2024

n en e

pado. Debido a los continuos ataques de los acadios, estos habían empezado a prepararse mejor. En el puerto se han construido torres, ubicadas estratégicamente en la orilla del mar, con lanceros apostados en importantes lugares a la e

eblo para expresarles sus temores. Los presentes también se cuestionan por qué no tienen noticias de los acadios. Han empezado a sospechar que el enemigo quizás esté planificand

bres. La única explicación que se me cruza por la mente, de por qué no hemos tenido nuevos ataques, es porque deben estar tramando una invasión más grande que las realizadas hasta ahora. También es probable que se hayan aliado a otro pueblo ambicioso y que juntos estén tramando un ataque contra nosotros. Esperar pacientemente sin hace

¡Yo me ofrezco!, deseo saber quiénes son los valientes que desean

cia e incondicional en grandes batalla

e perdonaría que me dejaras en esta aventura. Te das cuenta de que n

asta que se escogen a veinte valientes guerreros. Ranmeo, el viejo rey, los contempla complacido, en especi

, pese a tus irresponsables y temerarias acciones, has sabido salir ileso. Sin embargo, ahora no solo se trata de tu vida, sino de

sitas en mí. Te aseguro que no te decepcion

rige a los veinte s

manos. Y no duden en hacerle entender a este muchas veces temerar

a considerado un mar debido a su desembocadura y amplitud), y se internan por la desembocadura del caudaloso río Buranun. Luego de varias horas navegando río arriba hacia el norte, desembarcan

fenón no logra conciliar el sueño. Se encuentra inquieto, pues le asalta una duda. «¿Por qué no tienen noticia alguna de los acadios? ¿No se habrán unido a ellos los guardianes de aquel mágico lugar?». Se encuentra sumido en esos y otros

e nos ha hecho imposible concil

también intuye algo similar, le propone cambiar de planes, sugiriéndole realizar una incursión

he oído hablar con temor. No estamos lejos. Dejemos al g

co de su edad (con apenas dieciocho años es solo un año mayor que Alfenón). El joven desea acción. No se imagina las peligrosas aventuras y sucesos que se les vienen... El capitán Alfen

go de discutir el tema y analizarlo con su compañero, Alfenón decide realizar la incursión, pero acompañado solamente del vigía llamado

smo. Pero tú te quedarás al mando del grupo, espero que me comprendas. Si

decer. Entiende que es la persona idónea y de mayor confianza de su amigo para quedarse a cargo de la tropa mientras aguardan su regreso

Si no hemos vuelto deben regresar a Sume

a peligrosa marcha. Como no se encontraban muy lejos; al cabo de un par de horas llegan a las proximidades de la zona prohibida. Divisan a lo lejos los grandes muros del Edén. Sigilosamente con los conocimien

ectada, aunque sin ser vistos aún. Los astutos seres de luz posicionados sobre las torres de vigilancia, aparentando tranquilidad, continúan realizando sus actividades rutinarias, para evitar que los intrusos se de

oscados y se va cerrando en torno a los dos husmeadores una trampa. ¡Hasta que de impro

on descubrirlos; si el camuflaj

s de inmediato! -les

e una señal de rendición a su compañero. Son desarm

rá qué hacer con ellos -decide el

mente para ver de quiénes se trata. Al instante reconoce a Alfenón, pues es la segun

saras este lugar sería tu muerte! Dame una buena excusa

ón y temor que le causa este guerre

los motivos de nuestra presencia, también cómo burlamos tus primeras líneas defensivas. Quizás algo de provecho saques de escucharme, ya que por m

guna amenaza para nosotros? Te aseguro que no eres tú mi preocupación

mitan el paso hasta el lugar de reuniones; para que allí, el humano explique el motivo de su intromisión al E

dejen pasar! Luego sabrán

asta este día, ante su sola presencia demostraron gran temor y total sumisión. Sin embargo, ¡este es diferente!, pues, con valentía y agallas se ha

por supuesto Zeum. Estos tres primeros, al ver ingresar a los humanos, se incorporan sorprendidos por la decisión de Zeum de introduci

lugar"; ellos solamente se encuentran de paso -explica Zeum tratando de tranquilizarlos al notar el desconcierto en los tres-. Deben comprender que nos encontramos ante una emergencia. Proba

n de pies a cabeza, sobre todo a Alfenón, provocando que este se ruborice y se ponga nervioso por unos instantes. No obstante, nunca falta ni faltará "el inoportuno" y, ¿quién más?... Zeum, inoportuno cómo nunca, aunque imponente como s

tud de pocos amigos; el cual, a decir verdad, ¡atemoriza a cualquiera! Sin embargo, eso... ¡Alfenón de ningún modo se lo va a demostrar

para explicar tu presencia. Te advierto que sé reconocer la mentira, así que dime la verdad, p

s se hayan unido a ellos en una conspiración contra su pueblo. Les hace comprender que ese fue el motivo que lo llevó a espiar y acercarse a sus muros,

tiroso o cobarde, ya que te he dicho la verdad. Me dijiste que sabrás si he tratad

a los demás presentes. Sus líderes opinan entre sí. F

la verdad. Al mismo tiempo, quizás nos está

eso? ¿Qué estás pensando

rto es que no percibo mentira en las palabras de este hombre, solo preocupación, lo cual es comprensible. Sabes que no me equivoco y men

su lugarteniente, sabe que en sus intuiciones no se equivoca. Por

e luchan contra tu pueblo? -se

arlos en el puerto y divisarlos desde lejos. Los hemos vencido todas las veces que han intentado tomar nuestras tierras. Pero ahora n

ntre sí para luego mover la cabeza afirmativamente. Al tener la aprobación de sus compa

stras sospechas son ciertas, no tengo más remedio que pedirte que seas mí aliado, y esperar que tú y tu gente se unan a nosotros para derrotar a nuestros enemigos en c

ido lo escucha par

ecina. Ahora que he tenido la oportunidad de conocerlos, estoy convencido de que no son ustedes la amenaza para mi pueblo. Sin embargo, con franqueza les digo que allá no piensan lo mismo. Ustedes son vistos co

a un momento

los cuales explicarán a tu gente la situación en común en la que

onformidad estrechándole

alimentarse y descansar, porque el camino es largo -d

ra con Zeum esta le ma

as cosas. Los humanos son la máxima creación del Supremo. Son seres libres tan semejantes a nuestro creador y sin embargo, son a la v

io. La guerrera no imagina que nadie más que ella sentiría ese "entusiasmo y fascinación" hacia la humanidad... Esa noche, después de la cena preparada para sus invitados, Zeum convoca a sus tres generales

e los rebeldes al trono. Todos están de acuerdo, pues es la indicada para convencer al líder de Sumer. Entre sus exclusivas cualidades está su especial habilidad de convencimiento y persuasión. Zeum le tiene bastan

su cabeza. «¿Por qué se custodia tanto este lugar? ¿Qué tiene de valor para ser tan cuidado y protegido? No labran la tierra ni tienen animales de pastoreo; sin embargo, se ve que no les falta nada. ¿De qué viven entonces? ¿Quién es ese Supremo que gob

te aseguro que no serás ya el mismo, pues verás la creación de todo lo que nos rodea, desde una perspectiva distinta

lo que los hace tan diferentes y especiales? -

eerías ni entenderías. Pero dime, ¿qué es lo que ves dife

decuadas. Aunque frente a "semejante fémina" de seguro que le cues

artieron enormes rocas. Mira la mía. ¿Crees que con esta espada podría hacer lo mismo? -pregunta cuestionándose el joven de

ya. Alfenón, al tener en sus manos la extraordinaria arma, la observa detenidamente con total admiración. Al cabo de unos momentos

hace vernos diferentes o existe

no existe mujer que se te pueda comparar, ya que todas se dedican al hogar, a cultivar alimentos; per

umbrada solamente a dar, y/o recibir órdenes y a luchar. Es la primera vez que alguien la alaga por su aspecto físico. Esta intrepidez del sumerio la hac

blo no hay he

eres intimidante; creo que eso te hace ver más hermosa -responde un poco nervioso, tratan

sabe realmente qué responder. Toda su vida ha girado en torno a la férrea disciplina y al cumplimiento

em, con toda esta audacia con la que me hablas -responde la guerrera después

ero es lo que veo y siento. Pero te diré que en mi p

endo una mutua atracción. Tanto él como ella se sienten a gusto en una conversación qu

ñana tendremos un largo y agotador

dece sin decir una palabra. Gera, al igual que los demás seres celestes, ha experimentado esa fuerte atracción hacia los humanos. En especial por "este humano", es algo inexplicable que la

ago de este hacia ella. No se imagina que también ella haya provocado una profunda impresión en el joven, ya que este tampoco puede dormir porque tiene grabada en su mente la belleza sin igual de la guerrera. Y cuán a gusto

erdad es que desea viajar y estar al lado del joven. Está luchando contra su corazón; porque comprende que este sentimiento hacia él es prohibido. Sin emb

ente algo ocurre ante la presencia de Alfenón, pues ante él es distinta, es más humana, más mujer; y eso la confunde. Avanzan un par d

laderas! ¡Allí se encuentran acampan

decisión de Gera, puesto que solo reciben órdenes de esta y no de un simple humano. Ge

por tus soldados y sa

obedecer la orden dada, pues no pensaba abandonar a su amigo. Debatían sobre quiénes estaban dispuestos a seguirle para ir en busca de su amigo, cuando son sorprendidos por la llegada de estos j

mpre! desobedeciendo órdenes. ¿Algún día tendrás algo de sensatez? -reprende a

efusivo saludo, se pone a observar a los recién llegados; su inspección hacia estos raros y esplendidos legi

servirle hermosa guerrera. Mi espada y todo mi ser se encuentran a su se

mostrando un rostro serio, mientras sus legionarios se muestran sorprendidos ante este inesperado su

ue agiliza de una vez a nuestros hombres para partir cuanto

bre todo Gera. Todos perciben el cariño y la lealtad que existe entre ellos. Al parecer, hasta este día tenían el concepto de: un ser humano muy inferior, un ser mezquino, egoísta

a que está formada para ello. Es una guerrera increíblemente hermosa, pero también puede ser extremadamente dura e imponente; acostumbrada a dar órdenes y hacerlas cumplir a como dé lugar. No obstante, y a pesar de su naturaleza divina, la presencia del j

e pasa?», se pregunta sorprendida y asustada por este nuevo sentimiento que nace en ella. Por otro lado, Alfenón desde niño siempre ha amado a Almea, pero la presencia de Gera también lo turba;

a y belleza intimida. Es alguien con quien luchar a su lado, admirar no solo su belleza, también su fuerza y valentía. La verdad es que se siente muy atraído hacia la guerrera, pero

tad y amor hacia su raza. Todo esto hace que lo admire todavía más. Pero, de lo que no está segura, es hasta qué límite será capaz de ocultar este sentimiento. Siempre ha sido un ser leal a la causa y objetivo por el

bserva con sorpresa y admiración, pero también con temor hacia estos extraños guerreros que han arribado acompañando a sus soldados. Los visitantes avanzan entre la multitud que les abre el paso, mostr

armas con las que cuentan, muros defensivos y alguna que otra particularidad. Siempre se encuentra un paso delante de todos en su inspección. En unos momentos de mi

go que la caracteriza siempre. Pero Sumer es un pueblo demasiado noble y pacífico, incapaz de realizar un ataque a traición y menos si han llegado acompañando a su ge

poderosos guerreros que nos ofrece su ayuda. Al conocerlos y compartir he aprendido a confiar en ellos. Ustedes saben de mi lealtad para con mí pueblo. Quienes me conocen, saben que jamás haría o les pedirí

ablar en voz alta. Reina una gran preocupación ante estas noticias. Sin embargo, están temerosos, indecisos de aceptar esta p

que espero sean respondidas por la guerrera a quien le cedo la palabra, pues esperamos escuchar

ende las dudas y preocupaciones de los sumerios. Da un paso adelante, alza

u territorio y a su gente. Pero ahora ambos estamos a punto de ser invadidos, por lo cual les pido que luchemos juntos; porque pelear cada uno por su lado sería nuestra ruina. Sin embargo,

stoy de acuerdo con la alianza, pero antes debo saber, ¿qué dicen ustedes? Resp

circunstancias son otras y el peligro también. De tal forma que poco a poco empiezan a aceptar la alianza, comprendiendo que ambos bandos se necesitan para hacer f

de ambos lugares. Ojalá los dioses nos protej

e encuentra satisfecha por la aceptaci

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