EL PRIVILEGIADO
Car
sa, juli
a que me sirvieron, apenas llegué. De repente, Diego volvió a la mesa y me pidió que le acompañar
aja. Asimismo, tenía unos ojos negros muy expresivos, que me hechizaron al mirarlos de frente.
En ese instante, sacudió su lacio y largo cabello, de inme
o con mujeres mayores que yo, para evitar cualquier tipo de problema», reflexioné muy pensativo, asom
a presentadora más famosa de la región, junto a su compañero de equipo. Ellos, me solicitaron que
ejecución con una de las clásicas de la agrupación musical; siendo está interpretada por mí y la cual dedi
do mi corazón. Una vez que culminé, recibí fuertes aplausos de todos los presente
! ¡Plaf - pla
¡Hurra! ¡Otra,
erencia, mi musa estaba de pie, aplaudiendo y gritando emociona
n una sonrisa, no tanto en mis labios, como
retar tres piezas más, dejando totalmente satisfecho al propietario de la agrupación y
f - p
! Y para muestra, esta ovación tan fuerte, de artistas que, como tú, pertene
do a mi musa de esa noche. Ella, seguía aplaudiendo junto con sus amig
Expresó la presentadora, quien m
como invitado especial? Te entrevistaré para que hables sob
o que se resista a tan hermosa sonrisa! -Referí, co
ó rápidamente una agenda de presentaciones y conciertos que debía realizar acompañado de la ag
encita en referencia. Anhelaba conocerla. Me había movido el piso. En unos quinc
Victoria Vélez, su papá era otro de los accionistas de la agrupación
dueña de la agrupación. Ambos fueron miembros de la élite, una de las familias más ricas y con más poder,
-Alegué admirado, por su belleza, ofreciendo mi mano para presenta
tiene doce años
eía como toda una mujer e incluso madura, no parecía tener esa edad. Se notaba muy
na inclinación con mi cabeza ante ella, sin quitar la mirada de sus preciosos o
ente! -Replicó ella, con una voz melódica, tierna, que me llegó al al
experimentando fuerte corrientazo, en mi cuerpo. Ella, muy amablem
-Solicitó. Acepté de inmediato, sentándome de frente a ella,
telefónicos. Esa noche casi no pude dormir pensando en la adolescente que me movió el piso y la cual de
dmití antes de q
a sig
, me pasaron a un área de maquillaje, en donde me hicieron retoques, según ellos necesario frente a las c
sobre mis orígenes. Me sentí orgulloso de hablar de mi origen humilde, proveniente de una madre solt
s canciones clásicas de la agrupación. Para cerrar este, toqué una melodía inédita, p
adera estrella. Esta entrevista, fue el empujón, el impulso que necesitaba pa
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n del país. Me llovieron contratos, promociones, entrevistas, presentaciones y campañas publi
ude comprar a mi madre una hermosa casa, en una zona de mayor seguridad, en Coquivaco