Un Simple Pulso Sanguíneo
o, Gwen corría con el polvo levantándose tras sus pasos, su mente intentaba mantener el control entre la adrenalina y el terror. Tras lanzar las
movimiento. La desesperación le pesaba en el pecho, más densa que el aire caliente a su alrededor. Los gritos de la multitud todavía resonaban en su meen el aire. Gwen se lanzó al suelo por inercia, el corazón martilleando en su pecho. Estaba cubierta de polvo,
ó un joven, su tono una me
n el último año, alguien en quien había aprendido a confiar. Pero algo estaba mal. En lugar de alivio o solidari
ón gélida se mezclaban en su rostro.
u mirada fija en el arco tensad
onocible, como si la persona que ella conocía hubiese desaparecido. Gwe
susurró Gwen, su voz impregn
uviera luchando consigo mismo. Pero cuando volvió
su tono vacío de emoción, como si quisiera
rededor comenzó a derrumbarse, dejándola sentir que la soledad caía sobre ella como una losa. Gwen apretó los puños, recordando todas las veces que ella misma le había e
la voz rota-. ¡Tres personas
l arco. Su expr
nte, sin apartar su mirada, con una calma que le
ndo algún indicio de duda, algo que le confirmara que Diego todavía era el muchacho que ella había conocido. Pero s
ntó, el miedo y la confusión
ara disparar, pero algo en su postura cambió, apenas un reflejo de duda
es -murmuró-. Pareciera que no entendés,
aún apuntándola, pero su mirada parecía menos firme, menos segura. Finalme
ía romper una
l viejo Diego, al chico que había sido su amigo. Pero justo cuando parecía que algo
Krakatoa retumbó, cada palabra cargada de i
hacia la dirección del g
u voz era genuina-. ¿Qué están diciendo?
po. Ahora no solo estaba en peligro; Diego también lo estaba. Pero incluso