El Demonio de la Lujuria
odo listo y, de nuevo, me encerré en la habitación. No me apetecía para nada encontrarme cara a cara con él; no después de la discusión de anoche. Pensé que se marcharía, pero
-Se acercó y acarició mi cabello-. S
no logramos estar de acuerdo
a. Y esa pequeña muestra de afecto fue suficiente para lograr der
mi
por él que, a pesar de todo este tiempo, se mantien
ello y tomó mi rostro entre sus
te para despedirse y marcharse a trabajar. Entonces me quedé con unaretorcida sens
a mascota, sin darme ellugar que realmente merezco. Sin embargo, prefiero mil
tener la familia. Medité por un rato hasta que me decidí a llamar a una de mis amigas.Justamente a Vickie que, a pesar de todo, ella era muy carismática y pasar tiempo a s
ch
a este punto? ¿Cómo había cambiado mi vida tanto? Yo no era así. La Camille de hacía uno
a sobre las agujas del reloj suizo que colgaba de la p
creaba armonía con l
escuché que llamaban a la puerta. Me levanté del
ra
Cam. -
-me hice a un lad
la sala donde comenzamos a conversar y a reír por sus ocurrencias. Todo
ando su sonrisa-. ¿Ha suc
-me encogí de hombros
para ayudarte. Desde el instituto hemos sido las que mejor nos llevábamos. Ta
el ent
s de aquel tiempo en el que no
he cambiado y me he
ece. -Rio-. De todos modos sigo queriéndote tanto como
tido. Pero se supone hoy en l
porque ni yo misma sabía
tamente?
desente
la como un cachorro y decir sí señor -me qu
chiste -contraje los labios-. Aun
es -m
lo Gaucho Marx, y supe que me ver
er? -inquirí con una extrema sensación de ef
mujer en la ciudad. La llaman bruja, tiene
bruja un amarre para mi espo
ella ve algo en tu futuro o te ayuda a saber el por
sus c
-me quedé
emás, será solo un ratito. Si algo
bruja? Quiz
nio? A estas alturas me agarraba a un clavo ardiendo por muy ridícula que
tá
letrero muy extravagante justo en la entrada de la casa nos indicó que estábamos en el sitio correcto. Estuve indecisa
ba. La bruja estaba adornada por collares y brazaletes de vistososcolores, y desprendía un extraño aroma a hierbas y medicina. Luego de saludarnos, nos dejó ingresar allugar. No sabía si er
sta cierto punto podía l
equeño brinco desorpresa-, al entrar a mi lugar santo, debéis dejar atrás todos
-preguntó mi amig
gnos como malignos -explicó con seriedad-. Cualquier maldad o rencor que arrastren
o de estar aquí? Hoy en día lo que más había eran farsantes haciéndose pasar por adivinos, brujos y todo ese tipo de cosas enlazadas a lo sobrenatural. La razón era simple, n
uminado también por la luz de las velas, y un aroma a incienso muy dulce llenaba el
s hizo una señal para que tomáramos asiento frente a
mas en su matrimonio. Y le gustaría saber qué puede hacer pa
-dijo la muj
d se la extendí y la
e unos segundos en los que ella delineaba las
er ganándose mi atención-. Los problema
s ya están -dije ponie
s, cada uno luchando por ti, pero ninguno querrá tu amor.-La m
lló Vickie con euforia y
o con el que lleva un manto negro. Este no se saciará fác