icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Esposa Egoísta No Someterá

Capítulo 2 

Palabras:1280    |    Actualizado en: 02/07/2025

cinco años que i

risa, esta vez ca

rabajando día y noche para que tuvieras esta casa, este coche, esta vida cómoda. Tú solo te la

no sirven para nada". El mismo hombre que al principio de nuestra relación admiraba mi talento

o. Mis ahorros de cuando sí trabajaba, antes de que me pidi

esto de la mano. "Yo he pagado la hipoteca cada mes. Sin mí

más mínima de mis contribuciones. Para él, yo era un acce

tigo," dije, con la voz ago

. Mañana que se te baje el coraje, habl

nio de divorcio, pero fui más rápida

es por las buenas,

guro que me quedaba. Giré la llave en la cerradura. Escuché s

uerta! ¡No hemos te

mis libros. Me sentía vacía, pero también extrañamente tr

l estudio. Mateo ya se había ido a trabajar. En la mesa de la cocina, había una nota: "Mi mam

e ese hombre no

, tendría que buscar un abogado. Pero antes, necesitaba pruebas más contundente

dad. Pagué los derechos para consultar el estado del inmueble. El cora

nces,

, frías e impersonales, que destroz

había sido

tres

o no era un descono

To

o de transacción: una "donación". Mateo le había regalado nuestra casa a ot

taza de café. Esto no era solo una infidelidad. Esto era un fraude. Un despo

corrió todo el cuerpo y se instaló en mi pecho. Mateo no solo me había en

a que pensar. Y

uo profesor de la universidad, el arquitecto más re

tiempo... pero necesito su ayuda. Quiero retom

a beca disponible, que el plazo cerraba en dos días, pero qu

queña chispa

línea. Busqué un vuelo a París. Solo de ida. Lo com

nior antes de que me casara. Le conté mi situación. Le pedí mi carta de renuncia con efecto inme

entía que recuperaba un pedazo de m

lo hicieran. Empecé a empacar una maleta con lo esencial: mi ropa, mis documentos, mi laptop, y mis l

ta, sonó el timbre. Mi corazón dio un

ivio momentáneo, hasta que vi lo que traía. Una bolsa de un restaurante de

ba regando sus plantas. Pero la dirección en el ticket era la

salir a algui

Ma

a una mujer. Joven, bonita, con zapatos caros y

To

ntos a la casa de al lado. Nuestra casa

lla. No solo eso, la había instalado literalmente a un lado de mí.

aguachile, cómo le ponía extra de salsa picante, esa que a mí me encantaba y que él siempre se quejaba de que

ue nunca t

ono sonó

te vale que no hagas un drama. Compórtat

a menos de veinte metros de distancia,

a náusea

Mat

Qué

al di

la puerta principal y salí de esa casa por última vez, sin mirar atrás.

Obtenga su bonus en la App

Abrir