Compromiso Roto, Escape a Berlín
surro venenoso. Brenda, la amiga "indefensa" de la alta sociedad. Brenda, la estudian
uien le lleve de la mano". Se desahogaba sobre sus constantes demandas, su incapacidad para entender conceptos simples, su talento sobrenatural para convertir cada inconveniente menor en una cri
briel siempre tenía algún drama, y
irando mi celular, un pavor frío arrastrándose en mi corazón. A la mañana siguiente, finalmente llamó, con la voz espesa por el sueño. "Pe
na posesividad que no estaba dirigida a mí. Sentí una punzada aguda de celos, u
scribía como una carga, pero ahora había una nota extraña, casi tierna en su voz. Como un padre quejándose
o de ella? ¿Era esto? ¿La larga distancia, el distanciamiento inevitable? No podía soportar el pensamiento. Necesitaba verlo, mirar
medio mundo, armada con un regalo de aniversario so
e filtraba en mis huesos. Esperé. Esperé su llamada, un mensaje, algo. Pe
de la cena, su nombre
su ansiedad ha mejorado. Realmente no puedo faltar. -Su voz era de disculpa, pero podía escuchar la emoc
Las palabras salieron antes de que pudiera detenerlas. Una
decía mucho. Prácticamente podía escucharl
os amigos cercanos de Brenda. Realmente no es... tu am
a fallado. Espectacularmente. Esta no era una elección que estaba
la incomodidad-. Tú ve. Yo solo... pediré servicio a la habitación. -La mentira se
y prolongado de a
ra. Vamos a comer algo primero. -El alivio en su
levó a un bar ruidoso, el tipo de lugar al que vas cuando no quieres tener u
hí estaba e
il, como una muñeca de porcelana. Su risa era ligera, tintineante, atrayendo toda la atención hacia ella. Los amigos de Gabriel, a quienes apenas conocía, me saluda
para un abrazo. Su voz era pura sacarina, goteando falsa inocencia-. ¡Qué bueno conocerte por fin! Gabriel habla de ti todo
logré decir, co
postura rígida, int
, pero sus ojos se movían nerviosamente entre nosotras. Me pasó un brazo po
implemente hi
oltó una risita, un sonido que me raspó los nervios. Luego, para mi horror, golpeó jugueto
mudeó, tomado
o el daño estaba hecho. La forma en que ella lo había tocado, la broma íntima, la
e una manera que no lo habían hecho por mí en meses. La corregía suavemente cuando se equivocaba, su voz suave, casi tierna. Observé, como una
a palabra susurrada intercambiada entre ellos, era un cuchillo retorciéndose en mi coraz
lta en el hotel,
aquí no te gusta? -Trató de sonar preocupado, pero sus oj
jet lag. Y la comida estaba un poco... pesada para mi estó
s escribía furiosamente. Una sonrisa floreció en sus labios, una sonrisa genuina y no forzada. El tipo que solía recibir yo. Probablemente le estaba es
hatsApp parpadeaban en la pantalla. Mi corazón latía con fuerza. No debería. Realmente no debería. Pero necesitaba saber. Tení
onciencia luchando con mi desesperación. Entonces, un
Mi determinaci
tro, pero sus ojos estaban distantes incluso entonces. Probé nuestra fecha de aniversario. Incor
lla se d