Compromiso Roto, Escape a Berlín
uminaron con una mezcla de shock y un deleite naciente. Arreba
s? -tartamudeó, su voz sin aliento por la emo
n los ojos
presa? -Prácticamente vibraba de emoción, una sonris
presa. Mi regalo de aniversario. Un testamento de mi amor, mi compromiso con nuestro
legría, atrayéndome
r juntos! ¡Realmente vienes a Madrid! -Estaba tan atrapado en su fantas
específica. No vio la carta de confirmación para la "Technische Universität B
, preciosos, pisos de dos habitaciones con vista. Podemos decorarlo, hacerlo nuestro. ¡Exploraremos todos los museos, comeremos en todos los restaurantes elegant
emoción. Solo un vacío profundo y doloroso. Sus palabras, una vez llenas de tant
"¿Recuerdas ese pequeño bistró que encontramos? ¡Tenemos que volver!". Él ya había vivido este fut
. -Su voz irrumpió en mis pensamientos
diera responder
por la emoción, cayó inmediatamente. U
-murmuró, sabiend
con una caja de pastel grande en la
a por ti. -Hizo un puchero-. ¡Me dejaste ll
ró, frotándos
ra no es un
jos se entrecerraron casi imperceptiblemente,
r. Gabriel estaba tan estresado, y yo solo trataba de ayudar. -Me ofreció
ron a mis costados
erfectamente. -Mi voz era una hoja tranq
iendo su alivio, lo empujó, entrando contoneándose al departamento. Puso el pastel e
velvet! Gabriel me dijo. -Sonrió
osamente dulce, cubriendo mi boca c
a mí ahora -dije, mi voz neutra
a de Bren
o que le encantaban las cosas dulces. Dijo que el red velvet er
luciendo desconcertado, completam
irar en esta atmósfera sofocante de mentiras
o un poc
da extendió la mano, cerrán
ue todos seamos amigos! -Trató de atraerme d
el equilibrio, haciéndome perder el mío. Soltó un pequeño grito, su cabeza golpeando el borde de la mes
ón. Acunó suavemente su cabeza, sus dedos buscando un golpe. Luego se volvió hacia mí, sus ojos ardi
pujaste? Me estaba acusando. Culpándome. Por su caída teatral. Por primera vez en nu
o las palabras murieron en mis labios. Recordé cada discusión que habíamos tenido, cada vez que había dicho: "Sie
ofunda que me dejó sin aliento. Cerré los ojos, una sola lágrima es
murmurando palabras tranquilizadoras, acariciando suav
da fría y disgustada-. Deberías saber comportarte, Cata. -Luego se
as de Brenda desaparecieron. Se sentó, frotándo
teando veneno-, parece que pe