Siete años, un desamor, un nuevo amor
Navarr
chando los gritos ahogados de Leo. Sac
es este? -Su voz estaba cargada de una urgencia desesperada, una
anecieran en el fondo. Que se preguntara. Que se preocupara.
ue había sido mi terapeuta durante el úl
isa cómplice jugando en sus labios-. Supongo que tu...
damental para ayudarme a ver la verdad de mi relación con Leo. No me había
sabiendo a mentira incluso mientras las pro
Adela -dijo cálidamente-. Es un gran paso. Y debo dec
la ansiedad que había definido mi vida durante tant
avemente la Dra. Evans, su mirada firme-. ¿Cómo tu
Eran la razón por la que estaba aquí en primer lugar, la razón por la que había come
-murmuré, la vieja vergüen
ra TAG. Trastorno de Ansiedad Generalizada. Desencadena
ncia de muerte; fue una validación. Significaba que no estab
ando tenía seis años. "Volveré", había prometido, con la maleta en la mano. Pero nunca lo hizo. Pasé mi infancia esperando, constantemente al
por mi tía, una mujer amable pero distante que luchaba por llenar el vacío. Crecí con un miedo ro
ó por ser "demasiado pegajosa". Leo, con su atención inicial y sus grandes promesas, había parecido un salvador. Pero su creciente fama, la presenc
un pensamiento secundario, tal como mi madre me había hecho sentir. Comencé a tener ataques de pánico, a veces tan severos que no po
me-. Se aprovechó de tus problemas de abandono profundamente arraigados, haciéndote sen
desestimaba mis sentimientos, estaba reforzando esa vieja he
que podrías hacer -continuó-. Estás creando una nueva vida, una
cos momentos en que mi mente se sentía verdaderamente tranquila. Era un tipo diferente de enfoque, uno curativo. Hornear era mi ancl
ran buenos. Mis niveles de cortisol finalmente estaban bajando.
Adela -sonrió la Dra. Evans-. No teng