Siete años, un desamor, un nuevo amor
Navarr
na deslumbrante variedad de botellas que brillaban bajo una iluminación suave y estratégica. Estaba a reventar, incluso para ser u
s cabezas se giraron y algunos clientes se apartaron cortésmente. Me llevó a un lujoso y apart
e la casa, y me refiero a lo que sea. -Le guiñó un ojo a un mesero que pasaba-. ¡Lucas! Asegúra
atuado con una sonrisa ama
orales. Considere que
n años. Brenda siempre sabía cómo hacerme sentir especial. Era tan
nda -dije, bebiendo mi champa
amente radiante-. Pero basta de mí. Esta noche es
ra vez en mucho tiempo, no con ansiedad, sino con un destello de genuina curiosidad. Había un hombre guapo al otro lado de la sala, apoyado casualmente en la barra, su cabello oscuro cayendo sobre unos oj
endo por mi cuello. Definiti
a copa de champaña
más,
de repente se giró y encontró mi mirada. Se me cortó la respiración. Sus ojos e
perceptiva, si
o la atención, amiga? -b
tratando de sonar casual, pero mi corazón
ebida y comenzó a caminar hacia los baños, que estaban e
evantándose-. Acompáñame, necesito contarte so
oscuros. La esperé fuera del baño de mujeres, tratando de fingir
aminar un cuadro enmarcado en la pared. Se detuvo al
co demasiado alta, un poco dem
ve sonrisa tocó sus labios. Su voz, cuando habló
os que este sea un
las se so
tú en... bueno, mucho tiempo. -Especialmente no después de vivir con el
e, un sonido pro
que debería tomarl
nza-. Entonces, ¿cuál es tu historia? ¿Eres un artista misterioso? ¿Un escrit
eja, claramen
as anteriores
díbula
rio? ¿En serio? ¿Con esos ojos? ¿Y esa... vo
de humor en su tono-. De
mente dando vueltas-. Vaya
el siglo XIX -respond
né, tratando de sonar sofisticada-. Fascina
-Extendió una mano, su
incón y prepara los mejores cócteles de Oaxaca. -Antes de que pudiera objetar, tomé su mano y prácticame