Guardaespaldas
a que entrenaba a personas que buscaban aprender a defenderse, incluso tení
idad del primer ministro británico. Pero su amigo no era e
le habían declarado héroe de guerra por salvar varios niños que eran retenid
bía vuelto a molestarlo generándole intensos dolores de cabeza por eso estaba tomándose unos d
abo el trabajo de oficina. Connor, había dicho que no, porque la casa estaba bastante aislada y eso signif
su amigo de nuevo
que la persona idónea aca
za y supo que ella era ideal. No solo era un ser humano vulnerable, era guapa, end
ista romántico, sino que algo en ella, algo en su luz lo hizo quererla para Connor. Y solo si Connor lo permitía, la compartir
caería ante ella co
ba hacia atrás. La joven tenía un hermoso cabello rubio, que le llegaba a media espalda, labios carnosos, unos pechos que pedían a gritos atención
riño. Te lleva
upe, solo me
observó que había sangre en el s
e te revise
e no se preocupe. De verdad que con