Esperanza
eg
gado el esperado día de su partida. Atien
rgo y ancho del globo. Unos pocos humanos como usted, han resultado inmunes a las cepas más comunes del virus, pero debido a su impredecible capacidad de mutación, no podemos arriesgarnos a que se genere una variante nueva e incluso ustedes lleguen a
ue nos queda. Una esperanza que como usted podrá deducir, a quienes nos quedamos aquí no nos aporta más que un
se han sido donados por grandes corporaciones que ahora ya no sirven para nada. La realidad a la que tendrán que acostumbrarse es que generaciones y generaciones de ustede
os creído fantasía o ciencia ficción, pero las situaciones desesperada
la nave les sacará del letargo cuando estime que han alcanzado un sistema solar que cumpla las condiciones necesarias para albergar nuestra especie, aunque como usted ya sabe no existe ningún tipo de «I.A.» infalible, y a pesar de la ingente cantidad de datos que esta maneja, entra dentro de las probabilidades que a partir de ese punto les toque a ustedes el capitanear la búsqueda de un nuevo hogar. Cuando hayan despertad
racias y
tame
los Estados Uni
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ado nues