Eiza... La venganza de la dimensión
cío que sentía por un lado, y las palpitaciones de mi latido cardíaco, p
erdonarlo porque lo conocía lo suficiente como para saber que eso, como todo lo demás, tenía una explicación y una razón... solo esperab
el espacio vacío que mi hijo había de
or un ultrasonido transvaginal, que habían otro dos bebés dentro, comprobaron que no quedaban restos del otro embrión y me
llí, en aquel asiento de aeropuerto y sintiéndome observada por aquellas dos personas de ojos
óptero a la isla, como en la ocasión anterior. Solo que esta
e en mi estado me había aventurado a aquella travesía sórdida y peligrosa; pero de la que no tenía opción de escapar y no
de crímenes, que recaían sobre la cab
al hospital y una semana después se apareció en la casa de su nue
ches previas a sus desapariciones. Una de ellas, era la enfermera de un hospital infantil,
ellos, que no eran otros que los Douglas y Carter, habían entregado toda la información de la nueva situación a ese
perativo, y esa era la única cosa que me daba vestigios de confianza, para meterme
venganza, c
r los paramilitares y allí, me esperab
fotos de las desaparecidas, para que las pudiera identificar cuando entra
espondió sin demasiado interés -No necesitas más q
que no me agradaba. Me observaba demasiado alt
a entendí por qué, pero Carter coincidió, en que era lo mejor. Que una vez acabada la colaboración, ellos nunca más me molestarían porqu
taba mirando, y pensando en lo que m
có ella, ofreciéndome un dispositivo para comunicarme con ellos y por último, sacó un arma que me mostró en su mano abierta. Cuando fuí a tomarla se retiró hacia atrás, apartando el equ
brada y ajustando mi cinturón bajo las palabr
tiene implantada la nueva cámara y las imágenes se enviarán en automático,solamente alzando este pétalo -me indicó levantando una esquina de la f
lo, que había sido dañado cuando la explosión y que hoy me lo entregaban reprogramado, volvien
alí por toda la pista caminando hacia un coche que me
te sencillo y sandalias a bajas a juego. Además de mi incertidumbr
para mí. Sobre todo por los viajer
regunté mientras le entre
on aquellos misteriosos y conocidos ojos azules -hubiese sido un placer viajar contigo, pero al pa
ción le ofrecí, me besó el dorso sin dejar de mirarme y su hermana me lanz
nocer allí, debía respetarme justamente por portarlo,y la confusión de mi matrimonio no era buena çarta de presentación -supongo que si van a la di
ose muy seria y él, sonr
no paraba de decirme que aquellos
elincuentes, pero es que nadie allí lo t
lo que iban a hacer a la isla y no les tenía fe, a personas
podía entender qué
arte, y no tenían aspecto de depravados. Y por otro lado, las opciones solo me
por suerte estábamos aterrizando, pues los ca
pues esos dos nuevos activos en nuestra plantilla, debía
entras tomaba mis maletas para volver a recorrer el cam
orprendió sobremanera -quiero conocerte más y supongo que por la manera de mirarm
olvió a guiñarme el ojo y supe, que no podía declinar su oferta d
sté con atrevimiento en el tuteo -de cualquier f
lón de la casa frent
e sabía más de lo que yo misma sabía y me estaba d
más, y salí de allí as
os pálpitos del principio de mi travesía hasta aquí, por
mí, en sus hijos, en nosotros. Y sobre todo, me moría p
zo y me pegaron a una pared, donde una boca se clavó en
mpo sin ver