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Eiza... La venganza de la dimensión

Capítulo 7 No puedo más

Palabras:2245    |    Actualizado en: 13/01/2022

simple palabra m

a sentía. Aquel hombre que me abrazó en la ducha, que me tocó con amor el vientre y

bía que estaba confundida

Dio

, como dolía verlo tan perfecto como siempre y tan cerca, desnudo y mirándome con la ternura de todas las otras veces que me vió antes del caos que supuso para no

su pecho y ponerme a su altura abrazándome con fuerza, la fuerza con la que Adam me amaba -joder, que manera de gustarme tu ol

Eiza, bésame que me muero de ganas. Vam

blarme que me convencía. Corría el riesgo de equivocarme pero no creía que fuera el acaso,

o rozó mi entrada y sus manos fueron hasta mis nalgas para apretarlas y llevarme todavía más cerca de él. Estaba duro y listo y yo, yo estaba hambrienta de que me hiciera

re mientras mis manos se subían por encima de mi cabeza buscando un punto de apoyo que no encontré. Mis piernas se aferraron a lo alto de su cintura y mi sexo quedó

or favor

y terminé prácticamente sentada en sus antebrazo

re mi clítoris, me mordí los labi

as no hacía y yo estaba sintiendo las p

mi feminidad,calentándome más todavía y volvió a hundir la lengua en mi sexo arañando la vuelva con los dientes y subiendo mi temperatu

uedo m

ro del otro y ambos con las bocas abiertas por la lujuria y la sensación asombrosa de sentirnos en nuestro lugar feliz. Nuestro sitio en el mundo. Nuestro espacio solo de los dos. Él dentro de mí, y yo aferrándome a él. Quietos con sus man

ciendo círculos suaves y volviéndome loca -no pude más, tenía q

abría la boca extasiado, observando nuestros sexos com

trás, cuando me alcé otra vez y gimoteé de placer antes de dejarme c

upó con furor en mi boca y nos suspiramos den

iendome de su cuello para soportar las brutales acometidas que me empezó a da

provocando un frenesí sexual indescriptible. Cada caricia brutal me hacía recordar el amor que nos teníamos y sentía

con tanta fricción entre nuestros sexos, Adam metió la mano entre los dos y tocó mi clítoris, s

o la lengua con fuerza dentro de mí, arremetió con velocidad para hacerme llegar a un rapidísimo y segundo orgasmo, compenetradolo con el s

su cuerpo y me costaba tanto respirar, que me tuve que reír en

ún estaba abierta y me acomodó contra los azulejos,

ha sido estar sin tí,

e a mi vientre y abrazó mis caderas, dej

contra mi abdóme

uerubines,

rompí a

hijos luego de todo lo que hab

no gritar de dolor y así, con ellos hablando, lloré a mi hijo muerto en brazos de su padre -a su hermanito. Pero mamá y y

los suyos y en aquella ducha, con sabor a nuestra historia, m

adelante. Yo te lo juro por mi v

con el que me sentía libre, mía aún siendo suya. Adam

esarnos y volvernos a b

ándome en la punta de la cama, en albornoz y secando mi pelo con una t

as que nunca me dijeron pero a raíz de eso empezaron a preparar un complot pa

es de tiempo, aún no sabemos quién, y tuvimos que a

dije aquellas atrocidades que eran parte de un plan que sabían que yo no llevaría a cabo porque nunca te podría decir cos

e no me acostaría con Melina y no dejaría nunca que hicier

cuello? -pregunté acercándome a él,

a y mi hermano oculta la suya, los ojos s o n lentes... los dos los usamos. Él necesita hacerse pasar

a buscar un cepillo entre mis cosas para desenredar mi cabello -ustedes no

iendo las manos por dentro de mi albornoz. Era puro fuego -mi tío se encargó de meterte ideas en

a través del esp

bando de Adrian para tener acceso a lo que él hacía y que pa

reería que estaba allí para mantener la herencia de mi tío y por otro

manipulado

ermano en el pasado Adam?, e

ay una gran parte de la historia que aún no te cuento, nena, así como otra en

lo hacia un costado para besarme el cuello

con Adrian y de momento, va todo bastante bien. L

ónde esta

para que Adrian crea toda la historia de nuestra parte y no la de Leticia. Mi padre

subirme en ella y meterse entre mis piernas, arrancandome el albornoz de u

ro que no sea yo, y en la playa, viendo como sufrías porque me creías indiferente no pude. Tuve que decírtelo todo, así como tengo que decirte, que no cenarás con ese tipo hoy... -se me

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