Comprada por el príncipe multimillonario
a la salida del despacho del administrador del hospital. Podía imaginar por qué: Sólo esperaba que siguier
impecablemente con un traje de negocios, con
ego hizo un gesto hacia Ari-: Y esta es mi hija, Ari Douglas, la herm
o. Soy la Dra. Alice Sanders, la administradora del ho
iculosamente dispuesto, como era de esperar de un administra
vor. Si
es de relajarse, pero la administradora se sentó cómodamente en su propia silla. Estaba claro que se enfr
saben por qué les he
por supuesto. ¿Aún v
aciente -comentó. Luego, su expresión se volvió sombría-. Lamento tener que preg
a y no tengo seguro. Pero siga tratando a mi hija y me aseguraré de que re
a: -Me temo que sólo admiten niños hasta l
iente de la ed
lo y lo dejó sobre el escritorio. Obviament
engo ahora, pero conseguiré el resto tan pronto co
inistradora: -Ahora, si me di
s, por favor
orio, pero Cecille siguió caminando. Su madre estaba en la puerta cuando Ari vio qu
firme: -Como dijo mi madre, tendrás tu
adre. Un momento después, la agarró del brazo, deten
aron sus ojos mientras colocaba su mano en el
tivamente, Ari sabía que no había esperanza. Per
vamos a comer alg
la cabeza: -No, gr
tiró de ella hacia su lado: -Mamá,
asintió:
brante, ya se había oscurecido por los tratamientos, y su rostro parecía cen
xcusó. Ari besó a su madre en la frent
una sonrisa: -V
el pasillo hacia el ascensor y buscó el nú
teléfono-. Ha llamado a las oficinas administr
na novia por correo -respondió Ari, a
lado: -Bueno, lo llamamos hacer una cita inte
ue decidió que posiblemente sería apta para el programa, le d
ás -añadió Ar
En ese caso, necesitaré una declaración de
preguntó Ari, con de
nviarme los demás documentos en cuanto pue
correo electrónico de
cias y colgó. Volvió al hospital armada con un nuevo propósito, sintiénd
*
onociera de inmediato. Además, no quería que su madre lo supiera. Una mujer
yudarla,
había otra forma de preguntar: -¿Hay algún
la boca, pero rápidamente recuperó la compostur
do cuanto antes -la voz de Ari sonaba des
acercó y miró a la enfermer
os ojos. El hombre le dedicó una sonrisa
¿Puedo preguntar por qué
e registrarme en AmericanMat
reguntó el Dr. Car
asin
darle -dijo. Luego se volvió hacia la enfe
puesto,
scritorio y los sig
fermera estuviera presente en el examen. Sólo esperaba que la administración de Amer