Amor mío, te detesto
ss
equivocado, puede poner tu vida de cabeza. Lo que no me resultaba un prob
eza los veinticinco mil dólares que Boch, el donante de esperma que me engendró. Comenzó una verd
do todo junto en los diecinu
ucho, tampoco compensaba que me hubiese dejado a los dos años al cuidado de mi abuela por unas horas para no volver jamás, pero de todas formas lo tomamos
us
allí estábamos, listas para ejecutar aquell
esto, si es que queremos entrar al club donde nos espera el contacto de Gabriel. -Tiró del esco
ara que me pongan a tiro. -Bianca me miró de reojo, al tiempo que caminábamos hasta la larga fila de personas que esperaban a las afueras del cl
ra una de esas chicas fiestera
nce centímetros delante de nosotras, chillaban ante la expectativa de encontrar al
si todo salía como planeábamos, obtendría la invitación para la mesa de póker ilegal que esperábamos. Era la llave que n
r lujosas y los vestidos de diseñador que apenas le tapaban los muslos. No es que yo fuera de las más decentes, pero al menos estaba segura de que esta
con asco. -Debe parecer que eres una zorra tonta que está buscando atención masculina. Todos saben que la mejor manera de camuflar una estafa es con un buen par de tetas al aire. Eso impide que les llegué el agua al tanqu
impresiones. -Me levanté el escote un poco y
zorrón que buscaba mostrar muslo y senos. Bueno en honor a la verdad, puede que quisiese consegu
mado la pastilla, les ib
a bastante más delgada le iba de perlas, cosa que no ocurría en mi caso. El vestido
deslumbrante que parecía una jo
a reír y apreté los dientes
que iba a reírse de mí y m
anta que pongas en su lugar a ese tipo de víboras, no estamos ni vestidas para la ocasión, ni podemos perder tiempo. -Ambas miramos la fila que crecía a cada segun
veinticinco mil dólares de la herencia del donante de esperma, en una mesa de póker clandestina, ni lo dude. Ella siempre te
os que estaba siendo asaltada, hasta una forma para hacernos de comida y t
de las cartas. Nos había enseñado uno de los novios de Manddy, la mamá de Bianca y ambas nos considerábamos lo bastante buena
como decían, con unos cuantos pesos pesados de La
se de nosotras, se dirigían hacia la entrada y el matón que estaba apos
tima mirada, con una sonris
o de gritarle unas cuantas verdades
n charco de agua, bañándome por completo y dejando el modelito que era nues
horrorizada, justo en el momento e
bóxer o algo por el estilo, salieron del vehículo riendo como d
ojos de par en pa
eña, mientras que su acompañante, era moreno. De esos que te co
ba muy poco el resto de la humanidad. Sin embargo, no podía negar que también er
La camisa se ajustaba demencialmente
í, antes de volver a mi centro y reproch
evaba. Santa madre de los bíceps. Aunque de pronto sentí una mirada impertinente sobre mí y con suma cautela,
isto jamás y una sonrisa deslumbrante que me decía que tenía una moral de dudosa p
de su hechizo cuando sus preciosos
la vuelta para continuar su camino hacia el club, al ver que el rubio al fin y a duras p
etamente el haberme dejado como una sopa. Lo que me
emente tocado se dio la vuelta perezosamente, llevándose un dedo al pecho para señalarse. Era evidente que
ó el rubio llevándose la botella
obre mí. Era un ropero que se cernía so
de pecado. Me intimidaron más de lo que podía soportar y aunque que no tenía una gota de alcohol en l
asculinas que se cargaba rodearon mi cintura, evitando que cayese
aprovechó a darme un repaso exhaustivo, para luego brindarme una so
..-Dijo en
tía, que
y una especie de calor abrazador me recorrió haciendo q
lo sientas.
te invitado a bailar conmigo. -Me levantó suavemente, lo q
ta. ¿Desde cuándo me sonroj
estido. -Pero eso no te va a salvar de pagarme la tintorería. -Lo
sé si tenía el pulso así de acelerado o fue su cercanía lo que me lo provocó
Nos dejaran pasar, somos invitados Vip. Puedo ayudarte a pasar si bailas conmigo.
na? -Cas
sonreír, clavando nuevamente esos ojazos en mí y t
que quieres. -Le dije y me o
que q
la. -S
licó, ofrecién