Mis Tres Tesoros Más Preciados
por completo los oídos de Eliza Lawson. Ella era la mujer que estaba arrodillada en la cama, tenía las manos atadas con un cinturón y, sus ojos cub
cho, como ni siquiera pudo hacer nada para evitarlo, tuvo que sentir y aguantar que el hombre la violara una y otra vez. Luego, escucha
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respiración; de hecho, ella estaba realmente aturdida y ansiosa, que su corazón empezó a latir aceleradamente y todo su cuerpo estaba sudando frí
leras para buscar un poco de agua. Por otro lado, mientras bajaba, escuchó a una mujer gritando intensamente en la sala, y ella decía: "¡No, no quiero hacerlo! No quiero casarme con
vo un accidente en un incendio hace cinco años y, aparte de que le arruinó la cara, también cambió su personalidad; la verdad es que, es un verdadero monstruo. Inclu
y ha dado a luz a antes; así que, tiene mucha más experiencia. Además, debería sentirse honrada de tener una oportunidad como esta, sobre todo, después de lo que hizo". El hombre que estaba frente a la muj
liza. A ella solo la confundieron como a tu hija al nacer y, debido a ello, fue yo quien llevó una vida pobre durante 18 años; sin embargo, ahora que he r
uestro mayor orgullo. ¿Por qué debemos sacrificarla así? Además, hemos criado a Eliza durante 23 años, me parece que es hora de que ella pague nuestra amabilidad". Después de que Presley terminó de hablar,
ían era establecer buenas relaciones con la familia Valentine, pero sin sacrificar a su hija predilecta, Esme. Después de comprender lo que pasaba, Eliza respiró hondo, baj
ck, Eliza respondió con total seguridad: "Si quieres que pague mis deudas casándome con ese hombre, es justo que establezcamos un contrato, ¿no lo crees? Además, si no
jo cariñosamente: "Si no quieres hacerlo, está bien". Sin embargo, tomando rápidamente un papel y un bolígrafo de la mesa, Eliza escribió unas cuantas líneas,
en negro y leyó: "Yo, Eliza Lawson, he liquidado todas mis deudas y he pagado la amabilidad de la familia Lawson de criarme durante 23 años, casándome con el tercer hijo de la familia Valentine". A decir verdad, eso era lo que
pero no hizo nada, por el contrario, se rio amargamente. A decir verdad, hace dos días, Eliza todavía tenía novio y había llevado una relación de 6 años con él; por ello, al principio pensó que su novio era una buena persona y estab
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de que tomara esa importante decisión, quería que ella viviera en la villa de la familia por un período de tiempo. Además, aunque ninguna de las mujeres en Krine
lecer una buena relación con el Sr. Valentine; pues solo después de casarse, ellos proporcionarían
Sr. Valentine; sin embargo, tras escuchar un fuerte sonido, toda la villa se quedó
or a la oscuridad, incluso, necesitaba encender la lámpara de su mesita de noche para que pudiera dormir tranquila. Pero ahora, no podía creer que hubiera un corte de energía justo en el m
rgo, cuando percibió una sustancia fría y viscosa que se frotaba continuamente en sus manos, ella se puso completamente pálida y quedó tan blanca como un papel. Luego de sentir
da esposa, soy yo... tu esposo". Justo después de decir ello, las luces de la habitación se encendieron repentinamente, y finalmente, Eliza pudo ver a la
lmente extraña. Luego, vistiendo una bata de baño, se acostó en la cama mientras miraba con sus ojos negros y huecos a la mujer; por otro lado, su cara, en realidad no podía consid
ne se rio de manera burlona y le dijo: "Oh, mi bella esposa, ¿por qué gritas tan asustada? ¿Acaso me tienes miedo? Recuerda que ya accediste a casarte conmigo". Por otro lado, Eliza se estaba volviendo completamente
o al descubierto su travieso y adorable rostro; luego exclamó con seguridad: "¡Ni siquiera sueñes con ser mi madre!". Después de ello, el p
ndo y, con un tono suave, respondió: "Bueno, está bien". Tras escuchar la indiferente respuesta, el pequeño se sintió extremadamente enojado y, mientras se sentaba en una silla, le dijo con tristeza:
, ¿recuerdas?". A decir verdad, ese pequeño era muy diferente al otro niño y parecía inusualmente maduro para su corta edad; mie
r mucho, exactamente como su padre. Mientras que, el otro pequeño era muy diferente y, sin esperar nada más, apretó los labios y corrió rápidamente hacia