Un matrimonio de conveniencia
n él!", gimoteó, Carolina, c
amilia necesita tu ayuda". Se inclinó más cerca de Carolina. "¡Es lo menos
soy tu
olina tras recibir la bofetada. Enseguida, Gaspar la sujetó por lo
mi hija de sangre! ¡Y lo sabes! Pero te cri
", sollozó ella, e
deforme cuando te tengo a ti, ¿verdad? Despu
iera el equilibrio y cayera al piso. A continua
erdió trágicamente la vida al huir con su amante. Esto sucedió cuando Carolina tenía apenas dos años. Gaspar creyó entonces que no
a excelente oportunidad, que serviría a Gaspar para un doble propósito. No solo salvaría a s
sido guapo, encantador, inteligente y exitoso hasta que sufrió un accidente de avión que le dejó la mita
, como Eloísa, la hija de ambos, estaban en la mesa. Su me
! ¡Por fin encontraste a
, pero prefiero
rte bofetada, es
í con mi hija!", gruñó, gol
or y ver la cara de Carolina, la expresión llorosa de Eloísa y los
¡Carolina acaba de insultar a n
a. Temía tener que soportar un castigo; pero en lugar de eso, s
castiguen a Carolina..., pero se ha excedido", continuó c
ue su marido se quejaría. Y no
da de malos tratos no solo por parte de su padre, sino también de su madrastra, que fingía ser amable; pero ap
de todo, Carolina", susurró para sí. "Las
a opresión de su padre; sin embargo, como él nunca le permitiría estudiar ni trabajar, el matrimonio parecía ser su única opción. Se aferró a la esperanza de q
eglado. No hubo boda religiosa, ya que Máximo se negó a salir de casa. En ca
pensó la muchacha mientras estaba dentro del
d, se casara con Máximo Castillo. Sin embargo, estaba claro que su media hermana nunca aceptaría vivir con un
el chófer y la chica tardó un rato en darse
espondió con
Sonaba muy extr
iró a su alrededor y se encontró ante una enorme vivienda, rústica,
r de mediana edad se le acercó s
olvió el gesto, qu
soy Carolina". Le tendió la mano
ue era increíblemente arrogante. Ella nunca les hubiera hablado de esa forma tan amable a
té aquí! ¡Por favor, venga! El patrón h
sintió con
ue me reciban con tan
Como mujer casada, estaba a punto de conocer a su marido por primera vez, un hombre al que solo h
rincipales, Dolores dejó de caminar y se volv
do, que a veces puede parecer maleducado; p
un accidente", r
intió con
vado. También es inflexible a veces, ¿comprende? Pero le ruego que sea paciente con él",
or que pueda
una amplia sonrisa
lido. De hecho, hasta los muebles, incluidos los sofás, eran de madera; pero todos estaban tapizados. El amb
ección, que reflejaban el mismo diseño de la entrada. El picaporte, de re
profundo tono masculino. A Carolina le gustó lo que e
para que pudiera pasar, y l
o la mano en el pomo, lo giró y
cerradas. Lo único que pudo ver fue la parte superior de la cabeza del hombr
erraba la puerta. No obstante, cuando comen
date
su tono, la chi
o, yo
ontinuó. Bienvenida a tu casa, espos
o", murmur
ó. Ella pensó en decirle 'está
Esto se aplica a la oficina y mi dormitorio. Dolores te indicará cuál es para evitar problemas. No me busques, a me
o, Carolin
ovocó que el carácter irascible de Carolina
bras quedaron suspendidas en el aire mientras ella se c
ilencio antes de q
na inso
e hablar, no podré saberlo". Odiaba que la trataran de man
sería diferente',
piró h
a tus palabras a partir de ahora", l
r tus expresiones. Necesito que me digas tus d
a, no pudo evitar sonreír. ¡Debía
te con ella. Descansa. Hoy te servirán
rar a
si pudiera mirar por e
stra noche
sentirse estúpida. ¡Se habían casado, el hombre nec
ó la forma en que pronunció su nombre. Sin embargo, cuand
orrecto, entonces...,
e; antes de que diera el prim
roli
ella, luego de c
pudieras ir
atrón! ¿Puedo salir? ¿Te
a en su tono y cómo pasó de tutearlo
ya pu
ó la puerta y
! ¿Quién se cree? ¿Acaso pi
ores en cuanto la vio. "L
ó hacia ella y so
or supuest
no para que Dolores la
amplio pasillo, la anc
ció el jefe?
la jura que es
queriendo lastimar sus sentimientos. E
ón y aquella...", señaló una al final del pasill
oy a tomar una ducha
ada comenzó a alejarse, luego se detuvo y miró a Carolin
o. Gracias
una habitación de algún hotel prestigioso. Las paredes estaban pintadas de un suave tono amarillo
e bañera, Carolina se quedó dormida. Había pro
spertó, alguien ll