El amanecer de su amante, mi piso frío
a Ca
tica y algo que casi me atreví a esperar que fuera preocupación. Pero luego añadió-: El abuelo prefiere
lquier atisbo de cuidado genuino. Todo
ía prometido. Tres meses. Me quité el vestido perfectamente adecuado, mis dedos temblando ligeramente con una mezcla de frustración y resignación. Elegí un suave vestido de seda
ofrecido su apoyo incondicional para mi independencia. Su amor se sentía como un cálido abrazo en co
suavizada del vestido. Salimos, su mano en mi espalda, guiándome hacia el coche que esperaba. Era todo eficiencia elegante, nave
o, Elisa. Sin errores. S
Mi determinación era de hierro. Interpretaría mi papel, bri
n espectáculo para cualquier paparazzi al acecho o miembros de la familia vigilantes. Mi cuerpo se puso rígido, resistiendo la intimidad, pero forcé una pequeña y educada sonrisa, ap
n lo alto de la gran escalera, su formidable presencia llenando el salón. Un profundo ceño fruncido surcaba su frente mientras observaba nuestra lle
probadora-. Llegas tarde. Otra vez. Y tus recien
, con su traje impecablemente confeccionado y su encanto pulido, siempre era el pacificador, el ejecutivo c
s ojos cuando me miró, un fantasma de una vieja amabilidad. Me había salvado después de mi accidente, hace años, cuando Damián n
exhibición pública de afecto de Da
llamativa, como siempre. Los tabloides n
a. Su encanto fácil siempre se sentía como un báls
más suave de lo que pr
caneando mi rostro, una preocupación g
ntura, se apretó imperceptiblemente. Intervino
lbino. Quizás deberías concentrarte en encontra
ldad casual que me heló la sangre. Estaba cel
mente se rió,
un avance en la expansión en el extranjero. Creo que es hora de que discutamos los próximos pasos. -Des
a asintió, su mir
irigieron a Damián, una clara reprimenda-. Podrías aprender una o dos cosas de tu primo, D
ntuvo su sonrisa pública, su brazo todav
strias de la Vega. Todo lo que hago es por la familia. -E
ilenciosa entre los primos-. Comamos. Es hora de desayuna
de la Vega me sentó a su lado,
con todas estas tonterías. Por favo
el patriarca, una validación sil
ió su mirad
ta Galván es inaceptable. Pone en riesgo la fusión.
su comida en silencio, levantó la
afortunado. Cristina no se sentía bien, y
uaciones comprometedoras contigo. El público no es tonto, Damián. Ven lo que quieren ver, y en este mom
Siempre era mi carga soportar esta percepción de ser irrespetada, ignorada. Incluso cuand
diplomático, se a
sión está progresando bien, gracias a la diligencia de Elis
ada suavizándose ligera
o para esta familia. A diferencia
a humillación pública para Damián, solidificando aún más mi pa
ara de irritación, finalme
ortunada, pero no cambia nada sobre mi compromiso. -Me miró entonces, un brillo desafiante en sus ojos
cla de furia y desesperación. Forcé una pequeña y frágil sonrisa, encontrando su mirada.
n el desayuno? -espetó Damián,
aserrín en mi boca. Me dolía la cabeza. El peso de esta actuación er
nte más cerca, su v
ien, Elisa? Apenas
cabeza imperc
ha hambre -susurré de vue
ujó un vaso de
tate.
suelo silencioso en la t
cruzó su rostro, unos celos crudos que me sorprendieron. Odiaba que alguien se me acerc
os preparábamos para irnos, Gera
sita verlos a ambos juntos, en esta casa. Una muestra visible de su c
l recuerdo de un amor que había muerto? Quería protestar, negarme, huir. Pero
l sorpresa, aceptó s
desees. -Incluso ofreció una
ba planeando? El consentimiento inesperado me llenó de una nueva oleada de pav