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El amanecer de su amante, mi piso frío

Capítulo 6 

Palabras:1658    |    Actualizado en: 26/11/2025

a Ca

tica y algo que casi me atreví a esperar que fuera preocupación. Pero luego añadió-: El abuelo prefiere

lquier atisbo de cuidado genuino. Todo

ía prometido. Tres meses. Me quité el vestido perfectamente adecuado, mis dedos temblando ligeramente con una mezcla de frustración y resignación. Elegí un suave vestido de seda

ofrecido su apoyo incondicional para mi independencia. Su amor se sentía como un cálido abrazo en co

suavizada del vestido. Salimos, su mano en mi espalda, guiándome hacia el coche que esperaba. Era todo eficiencia elegante, nave

o, Elisa. Sin errores. S

Mi determinación era de hierro. Interpretaría mi papel, bri

n espectáculo para cualquier paparazzi al acecho o miembros de la familia vigilantes. Mi cuerpo se puso rígido, resistiendo la intimidad, pero forcé una pequeña y educada sonrisa, ap

n lo alto de la gran escalera, su formidable presencia llenando el salón. Un profundo ceño fruncido surcaba su frente mientras observaba nuestra lle

probadora-. Llegas tarde. Otra vez. Y tus recien

, con su traje impecablemente confeccionado y su encanto pulido, siempre era el pacificador, el ejecutivo c

s ojos cuando me miró, un fantasma de una vieja amabilidad. Me había salvado después de mi accidente, hace años, cuando Damián n

exhibición pública de afecto de Da

llamativa, como siempre. Los tabloides n

a. Su encanto fácil siempre se sentía como un báls

más suave de lo que pr

caneando mi rostro, una preocupación g

ntura, se apretó imperceptiblemente. Intervino

lbino. Quizás deberías concentrarte en encontra

ldad casual que me heló la sangre. Estaba cel

mente se rió,

un avance en la expansión en el extranjero. Creo que es hora de que discutamos los próximos pasos. -Des

a asintió, su mir

irigieron a Damián, una clara reprimenda-. Podrías aprender una o dos cosas de tu primo, D

ntuvo su sonrisa pública, su brazo todav

strias de la Vega. Todo lo que hago es por la familia. -E

ilenciosa entre los primos-. Comamos. Es hora de desayuna

de la Vega me sentó a su lado,

con todas estas tonterías. Por favo

el patriarca, una validación sil

ió su mirad

ta Galván es inaceptable. Pone en riesgo la fusión.

su comida en silencio, levantó la

afortunado. Cristina no se sentía bien, y

uaciones comprometedoras contigo. El público no es tonto, Damián. Ven lo que quieren ver, y en este mom

Siempre era mi carga soportar esta percepción de ser irrespetada, ignorada. Incluso cuand

diplomático, se a

sión está progresando bien, gracias a la diligencia de Elis

ada suavizándose ligera

o para esta familia. A diferencia

a humillación pública para Damián, solidificando aún más mi pa

ara de irritación, finalme

ortunada, pero no cambia nada sobre mi compromiso. -Me miró entonces, un brillo desafiante en sus ojos

cla de furia y desesperación. Forcé una pequeña y frágil sonrisa, encontrando su mirada.

n el desayuno? -espetó Damián,

aserrín en mi boca. Me dolía la cabeza. El peso de esta actuación er

nte más cerca, su v

ien, Elisa? Apenas

cabeza imperc

ha hambre -susurré de vue

ujó un vaso de

tate.

suelo silencioso en la t

cruzó su rostro, unos celos crudos que me sorprendieron. Odiaba que alguien se me acerc

os preparábamos para irnos, Gera

sita verlos a ambos juntos, en esta casa. Una muestra visible de su c

l recuerdo de un amor que había muerto? Quería protestar, negarme, huir. Pero

l sorpresa, aceptó s

desees. -Incluso ofreció una

ba planeando? El consentimiento inesperado me llenó de una nueva oleada de pav

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