El prisionero del cielo
del drama y el romance. Nos perdimos entre las estanterÃas que guardaban mil almas, las almas de cada escritor y de cada lector. Entre todas ellas volvà a ver la portada
or el libro perfecto nunca terminarÃa, que podrÃa volver a sentir tu ma
a ir cariño - te su
imos en busca de
imos una tarde de otoño bajo el árbol, ese árbol donde solÃamos pasarnos la vida entera y nos hundiamos en su sombra mágica. No habrá mejor lugar que debajo de ese
no puedo seguir más; siempre que lo intento pierdo de vista el camino e inútilmente busco tu voz para que me guÃe de vuelta a e
artas salgan de estás cuatro paredes y te busquen. Pienso que si es as
e este pedazo de papel y le ponga mi firma, y que con mucha esperanza l
a
os M