Un Ángel en alquiler
día hasta que bajó el sol revisando las ganancias del mes de la nueva sucursal automotriz que había inaugurado en Argentina de su empresa "AM" y que su
sólo incrementó su nerviosismo y su
ue estaba del otro lado entendería la
rió de golpe ar
orena! ¡Trate de detenerl
les para saber que Bruno había sido el descara
próxima llama a seguridad- dijo con tranqui
on furia a Bruno, quien leva
ercándose a Thomas rodeando c
amigo, Señor De Anchorena para
fastidio- ¿Vas a dejar de mirar esos aburr
s a decir no es tan relevante como
tan
cias
oma
evantando sus ojos verdosos hacia su empleado y según Bruno, su amig
sperado, sentándose sobre
tante- gruñó quitando los p
a qué vine?- dijo h
regunto t
n tí,
había estado tan demente como para contratar a alguien tan de
e desesperada por nues
de una
ño pequeño, solo le faltaba
para asegurarme de que las ganancias
los penes y ya? Estoy harto de escuch
ompetenci
runo, cerrando la Notebook
¡
le entrego tus arch
rías c
idea- dijo guiñando
la nariz tres veces y finalmente se levantó de su asiento. Tal vez beber un rato y
a un antro de strippers- se quejó
años. Además es un lugar muy exclusivo, deberías estar agrad
gritaban más fuerte para hacerse escuchar sobre la música. Había dejado de escuchar a Bruno hacía media hora, a é
cuando las luces se apagaron, la música cesó
ndo?- susurró c
w- Sonrió Bruno
, mujeres desnudas o cosas así. No es que no le gustaran las mujeres, pero en su mente solo había lugar para números, estadísticas y ganarle al maldito de
n pequeño escenario que atravesaba el bar. En medio había un caño plateado
as que estaban al final del largo escenario llamaron su atención cuando se movieron como si danzaran y de entre los pliegues de la tel
esa delicada y delgada pierna. Miró con atención ese carnoso y jugoso muslo, sin darse cuenta de que Bruno lo miraba con una expresión diver
a música, ni el alcohol en sangre fueron tan afrodizíacos como la mujer due
ven de cabellos rubios como el oro, sonrisa amplia de dientes perlados y ojos celestes como e
sintió su cuerpo tensarse, no pudo evitar preguntarse cómo se sent
blancas que se abrían detrás de su espalda se movían con gracia mientras gira
aunque creyó sentir que su boca también li
rostro del ángel. Suplicó una y otra vez que lo mirara, y como si la joven bailarina hubiese
volviendo a la vida luego de años de estar dormido, apagado y frío como un cubo de hielo. Ahora en su
itaba más, no podía ser solo eso el show, ha
as saludaba a algunos amigos a los que no tenía inte
te mole
s verdes en el Ángel que se inclinaba agradecida por los aplaudos de los hombres que l
o un animal hambriento, ella aún no lo había notado, pero él
, jamás había visto a su jefe tan enfo
sto" Pensó sin dejar de
mbres solteros o con problemas en el paraíso que asistían sin falta cada sábado a contemplar su baile con
s se movieron por sí solos con un magnetismo incontrolable hacia el frente, encontrándose con un h
os jade almendraros que le hicieron temblar de pies a cabeza como
agraciados, además de que la mayoría eran mayores de 60 años. Celeste estaba segura de que ese hombre no te
moso que admirar en la habitación, la joven se agachó con delicadeza, levantando sus alas artificiales
sueño, no podía ser real, esa mu
nto por un pri
ojos celeste temblaron. Por fin habí