La venganza de un científico: Nueva vida
Elara
mí. El mundo se nubló mientras me arrastraban por el laboratorio, pasando junto a
investigación. El aire era frío, húmedo, olía a concreto y decadencia. Antes d
una luz peligrosa. Sostenía un trozo de cuerda gruesa-.
pesada tubería de metal que corría a lo largo de la pared. La cue
z fuiste demasiado lejos. La humillaste. Destruiste sus
por el amor de Dios, Elara, deja de ser tan
pistola de agua. Mi corazón se hundió. Esta era su idea
en la habitación detrás de él, una amplia y malévola son
su voz empalagosamente dulce
rece, ¿verdad, cariño? Ahora, ¿quieres mostrar
ncia. -Oh, no sé cómo usar esto
us brazos por la cintura, sus manos cubriendo las de ella en la pistola de juguete.
n de la pistola de juguete apu
nón. El impacto no fue fuerte, pero mi pecho, todavía sensible por e
o agudo e infantil. -¡L
-Sus ojos, por encima del hombro de Brenda, se encontraron con l
ra, mi estómago. Cada salpicadura fría se sentía como una heri
en mi útero aún en curación. Un dolor abrasador y candente me desgarr
entre mis piernas. Sangre. Mi cuer
ran. Pero mi boca estaba sellada con cinta adhesi
, riendo, celebrando cada golpe. Damián presionó un beso final y prolongado en el
oscuridad se arrastró por los bordes de mi vi
ra Damián, pero se veía diferente. Su rostro estaba contorsionado de pánico. C
o, n
te iluminada, silenciosa. Damián estaba sentado en una silla a mi lado, su cabeza en
lpe. Sus ojos, enrojecidos e inyectados en sangre, se encont
ionándola contra sus labios, su cuerpo temblando. -Elara, mi amor, lo siento ta
-Nuestro bebé... no puedo creer... maté a nuestro bebé, Elara. Lo hice. E
o. -Lo hiciste -susurré, mi voz ronca-. Mataste a nuestro b
! ¡Lo juro! No sabía que todavía estabas... vulnerable. ¡Era solo un juego
e perder a nuestro hijo porque me empujaste, porque dejaste que esa
u voz desesperada-. ¡Lo prometo! ¡Tantos
os. No quedaba nada que decir. No más lágrimas que llorar. Le es
ometiendo un futuro que ya no existía. Simplemente g
flores, trayendo comida que me negaba a comer, susurrando disculpas q
ganizado una sorpresa especial para tu alta hoy! ¡Una cena romántica, solo nosotros. Y para mostrarte cuánto te amo de verdad, he hecho arreg
la pata. Sé que te lastimé. Pero te prometo que te lo compensaré todo. Seré mejor. Prestaré más atención. Nun
llo de diamantes que solía darme, sino un anillo de plástico barato y
fría y dura escapó de mis labios. -¿
estás hablando? -Miró el anillo, luego de vuelta a
que ha ganado. Y simplemente no pudo resistirse. Así como no pudo resis
s solo una confusión! -Jugueteó con la
arte, entonces lanzarás una investigación completa e independiente sobre Brenda. Sobre su plagio. Sobre su ciberacoso a Jim
tó la mandíbula. Se levantó lentamente, la caja todavía en su mano. Su mirada
ica. Sus ojos estaban abiertos de par en par por el terror. -¡Damián! ¡Damián, a
nte se envolvió a su alrededor, su pánico anterior por
¡Solo sácame de aquí! ¡Llévame... lléva
con una ira cruda y posesiva. -¿Tu profesor? ¿De qué estás hablando, Brenda? Te llevo a mi