icon 0
icon TOP UP
rightIcon
icon Reading History
rightIcon
icon Log out
rightIcon
icon Get the APP
rightIcon

Honor de artista

Chapter 2 No.2

Word Count: 1188    |    Released on: 06/12/2017

br

No lo sé, mas no me enga?aría si asegurase que suelen encontrarse en los talleres del pintor, con más frecuencia que en cualquier otro sitio, esas almas candorosas y graves, esos corazones sencillos, rectos y altivos que tan alto hablan en honor de la humana

Jacques Fabrice

?anza artística, alentándolo al propio tiempo en su noble vocación; y contaba el muchacho apenas quince a?os, cuando ya podía ayudar a la madre en los breves gastos de su pobre hogar, pintando para el caso muestras de tienda, en los estrechos intervalos que le dejaba el aprendizaje. Dícese que fue viéndole trabajar en la fachada de cierta miserable taberna de Meudon, donde uno de los príncipes de la pintura contemporánea echó de ver sus méritos, y tal afecto le cobró

ta entonces la fama de su competencia no había traslucido fuera de un limitado círculo de amigos y de admiradores, porque su trabajo, lento y concienzudo hasta la n

s virtudes, y forjóse un idilio, barajando en el desvarío de su inexperiencia la alianza de la casta pobreza con la naciente fortuna. Casóse, pues, con ella, y todos los tormentos que una inteligencia predestinada, todas las amarguras que un alma delicada puede sufrir al contacto permanente de la vulgaridad de espíritu y de la bajeza de carácter, todo eso lo sufrió Fabrice al lado de esa preciosa criatura. Incapaz de comprender siquiera las altas condiciones del artista, le reprochaba sin cesar co

los aciagos días del sitio de París, eran camaradas en la misma compa?ía de uno de los regimientos de marcha y habían sido también compa?eros de ambulancia, los dos heridos en la batalla de Chatillon. Como resultado de estas relaciones, empezó el marqués a frecuentar el taller de su nuevo amigo, haciénd

amigo, garantizándole su competencia e indiscutibles méritos, insinuándole que sería honroso para ella, y al m

dar a que esa celebridad se haya hecho por ministe

amente ya en aquellos momentos para nada la necesitaba; pero el hecho fue que al cabo se resolvió, y después de ardua y detenida conferencia con Pierrepont, tuvo a bien invitar

sladarse a la susodicha posesión, en el departamento de Orne, para reunir

Claim Your Bonus at the APP

Open