Torquemada en la hoguera
o de lo falso y mentiroso que encierra esta vida miserable. Llenándose de energía, afrontó la situación como un héroe. Afortunadamente, tenía buenas relaciones con diver
n inteligencia, podían asegurarle honradas ganancias; así es que á Pacorrito nunca le faltaban cu
arón sobrio y enemigo de pompas mundanas, se contentaba con un rincón cualquiera donde pasar la noche. Comía, como los pájaros, lo que encontraba, sin que jamás se apurase por e
scasas, vivía holgadamente de su trabajo, sin deber nada á nadie, sin que le quitaran el sue?o cuidados ni ambiciones; pobre, pero tranquilo; desnudo el cuerpo, pe
tan solo, amaba. ?Ley inexorable de la vida, que no permite á nin
ue en sus venas ponía un hervor de todos los demonios. Su corazón volcánico tenía sensaciones de todas cl
y terciopelo con vistosas pieles; una dama de cabellos rubios, que en bucles descendían sobre su alaba